Aunque puedas haber encontrado el colegio internacional perfecto, ¿qué ocurre si todavía tiene problemas para asentarse en su nuevo hogar?

Si tu hijo no se ha asentado tras varios meses en el extranjero, es posible que sufra el síndrome del niño expatriado (ECS).


El síndrome del niño expatriado es un término que usan los científicos para describir a aquellos niños que sufren estrés emocional debido a su traslado al extranjero. Aunque puede afectar a niños de todas las edades, los que se encuentran en plena adolescencia o se acercan a ella tienden a ser los que peor lo pasan. Los adolescentes dependen en gran medida del respaldo de sus compañeros cuando experimentan los cambios asociados a esta etapa de la vida. Separarles de un estrecho círculo de amigos en su país de origen para vivir en el extranjero puede ser especialmente difícil. 

Los síntomas pueden variar mucho de un niño a otro, pero a continuación se muestran algunos de los más habituales a los que debemos estar atentos:

  • Cambios de comportamiento: especialmente comunes entre los niños expatriados más pequeños que no saben expresar sus sentimientos. Pueden, por ejemplo, tener problemas para dormir o dejar de comer.  
  • Aislamiento: ¿se aísla tu hijo desde vuestro traslado, a pesar de ser extrovertido normalmente?
  • Soledad: ¿se quejan de sentirse solos en su nuevo hogar? ¿Han conseguido encontrar un nuevo grupo de amigos con los que pasar tiempo?
  • Comportamiento alborotador: ¿se ha vuelto tu hijo problemático en casa o en el colegio, a pesar de que siempre ha tenido un buen comportamiento?


Si tu hijo expatriado experimenta algunos de los síntomas que acabamos de mencionar o todos ellos, es posible que tenga ECS. Aunque puede asustar ver cómo cambia la conducta de tu hijo, se pueden hacer muchas cosas para ayudarle a gestionar el estrés de mudarse a otro país.

Además de los síntomas mencionados arriba, mudarse a un nuevo país puede tener un efecto psicológico en un niño. Las habilidades sociales que les permiten hacer amigos pueden verse afectadas y pueden volverse muy introvertidos. Algunos niños se asentarán de forma natural en su nuevo entorno pasado algún tiempo, pero otros pueden seguir aislándose, teniendo un comportamiento alborotador y albergando resentimiento hacia sus padres. 

La ayuda de los padres es fundamental para los niños que tratan de sobreponerse al síndrome del niño expatriado, aunque es posible que algunos niños expatriados muestren resentimiento hacia sus padres al principio.

A continuación se enumeran algunas de las formas más beneficiosas para ayudar a un niño a gestionar el síndrome del niño expatriado:

1      Comunicación

Comunicarse con adolescentes puede resultar difícil, pero haz todo lo posible para hablar con tus hijos. Hazles preguntas concretas sobre asentarse en la vida de expatriado, como las siguientes:

  • ¿Es fácil hacer amigos en el colegio?
  • ¿Qué es lo que más te gusta del nuevo colegio?
  • ¿Qué es lo que menos te gusta?
  • ¿Qué te gusta de nuestra vida de expatriados?
  • ¿Qué es lo que más añoras de nuestro país de origen?

Escucha y acepta de verdad las dificultades que puedan tener. No los descartes como desafíos normales de la adolescencia. Es probable que esto ayude a tus hijos a sentirse comprendidos, pero si hay pasos prácticos que puedas seguir para ayudar, eso será más útil aún.

 

  2      Interacción social positiva

Si tu hijo tiene dificultades para hacer nuevos amigos en el colegio, intenta animarle a buscar otras oportunidades para interactuar con gente de su edad de las siguientes formas:

  • Apuntándose a actividades extraescolares dentro o fuera del colegio
  • Probando un nuevo deporte o actividad
  • Buscando un grupo juvenil
  • Trabajando como voluntario en la comunidad

Participar en algunas de estas actividades podría ayudar a tu hijo a conocer a otras personas con intereses similares si no las encuentran en su nuevo colegio.

 

 3    Encontrar un equilibrio


Ayuda a tu hijo a encontrar un equilibrio manteniendo el contacto con sus amigos de vuestro país de origen. A veces, una llamada por Skype con un buen amigo de vuestro país de origen le ayudará a mantener el contacto y facilitará su transición a su nueva vida en el extranjero.


4       Investigación

A continuación se enumeran algunos libros útiles sobre el síndrome del niño expatriado:

  • Emotional Resilience and the Expat Child de Julia Simmons 

Este libro te proporcionará técnicas de narración prácticas que puedes usar para aumentar el vocabulario de tu hijo en torno a la resistencia emocional y la inteligencia emocional para ayudarle a adaptarse a su nuevo hogar.

  • Third Culture Kids: Growing Up Among Worlds de David C. Pollock y Ruth E. Van Reken

Este libro altamente valorado explora experiencias reales de niños de tercera cultura que han pasado la mayor parte de sus vidas viviendo en el extranjero. Examina los efectos en la madurez, el desarrollo de un sentimiento de identidad y la adaptación a la vida en otro país.

  • Expat Teens Talk: Peers, Parents and Professionals Offer Support, Advice and Solutions in Response to Expat Life Challenges as Shared by Expat Teens de Lisa Pittman y Diana Smit

Los adolescentes a menudo tienen más riesgo de experimentar los síntomas del síndrome del niño expatriado. En este libro se abordan las necesidades y los distintos desafíos a los que hacen frente los adolescentes expatriados durante toda su vida con relatos de la vida real y consejo de adolescentes expatriados, padres y profesionales. 


¿Cómo puede ayudar el departamento de recursos humanos con el síndrome del niño expatriado?

El departamento de RR.HH. puede ayudar a las familias expatriadas en su conjunto de varias formas:

  • Proporcionando apoyo y asistencia a la unidad familiar, no solo al empleado expatriado. Ayudando a toda la familia a adaptarse con formación previa al viaje, eventos y fiestas empresariales, etc. Presentando a la familia a otras familias en la empresa para ayudarles a crear una red de contactos.
  • Proporcionando aprendizaje del idioma y formación cultural a la familia para ayudarles a adaptarse a su nueva ubicación.
  • Siendo comprensivo y paciente con tu empleado expatriado mientras intenta asentarse con su familia. Proporcionándoles flexibilidad si necesitan tiempo libre para llevar a sus hijos al colegio o pasar más tiempo con ellos.   

No te olvides de la salud y el bienestar de tus hijos durante vuestra estancia en el extranjero. Incluimos un Programa de asistencia al expatriado como parte de nuestros planes de seguro médico internacional que ofrece servicios multilingües, profesionales y confidenciales de apoyo a las familias.