Si te has recuperado de la COVID-19, pero sigues teniendo algunos síntomas, es posible que padezcas “COVID a largo plazo", “síndrome post-COVID” o, como se le conoce más comúnmente, “COVID persistente”. La Organización Mundial de la Salud define la COVID persistente como síntomas que comienzan (normalmente) en los tres meses posteriores a haber tenido COVID, duran dos meses como mínimo y no hay otra enfermedad que los pueda explicar. Los síntomas pueden fluctuar o volver a aparecer con el tiempo.
Aún se desconoce por qué algunas personas que contraen COVID-19 siguen lidiando con una serie de síntomas post virales meses después de la infección. Para muchos, sin embargo, la COVID persistente afecta gravemente a sus vidas, impidiéndoles trabajar o disfrutar de las actividades cotidianas.