Uno de los mayores malentendidos sobre la depresión es que es similar a sentirse triste o mal. Aunque muchas personas con depresión sienten tristeza, es mucho más grave que las emociones que aparecen y desaparecen en respuesta a acontecimientos de la vida angustiosos. Conocer y comprender las diferencias entre la tristeza y la depresión puede ayudar a reconocer cuándo se debe buscar tratamiento.

A diferencia de la tristeza, la depresión puede hacer que tengas dificultades para sobrellevar el día. La tristeza solo es un elemento de la depresión. Es temporal y normalmente desaparece en poco tiempo, mientras que la depresión es persistente y duradera, y puede aparecer sin ningún motivo concreto. La tristeza puede, sin embargo, convertirse en depresión.

Si te has estado sintiendo triste de forma persistente durante más de dos semanas, es posible que puedas estar experimentando depresión. 

Es importante recibir ayuda si experimentas varios de los síntomas siguientes durante dos semanas o más.

• Sentimientos de tristeza constantes
• Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia
• Inquietud e irritabilidad
• Ansiedad y agitación
• Cambios en los patrones del sueño o la alimentación 
• Fatiga o falta de energía y/o actuar de forma “lenta”
• Pérdida de interés en cosas que solían resultarte placenteras
• Dificultad para concentrarse, recordar cosas o tomar decisiones
• Síntomas físicos persistentes como dolores de cabeza, enfermedades digestivas y dolores corporales
• Sentimientos de desesperanza y pensamientos suicidas 

Es más importante que nunca reservar tiempo para practicar el autocuidado y priorizar el bienestar mental. Si te sientes triste, hay muchas cosas que puedes hacer para ayudarte a sentirte mejor. Las prácticas de autocuidado son distintas para todo el mundo, de modo que haz aquello que te haga sentir bien para aumentar tu felicidad.

• No reprimas nada. Ponte en contacto con familiares y amigos para hablar sobre cómo te sientes.
  
• Dedica tiempo cada día a hacer cosas que disfrutes. Estas cosas podrían ser preparar una comida deliciosa, asistir a una clase de yoga, escuchar música o llevar un diario.
  
• Saca tiempo para salir y tomar vitamina D, que puede mejorar mucho tu estado de ánimo.
  
• Haz mucho ejercicio. Varios estudios han demostrado que hacer solo 15 minutos de ejercicio moderado al día puede reducir notablemente los síntomas de ansiedad, estrés y depresión. Únete a un club de atletismo, da un paseo rápido o asiste a una clase de entrenamiento.
  
• Sigue una dieta equilibrada saludable de fruta fresca, verduras y proteínas, que mejorará tus niveles de energía y te mantendrá alimentado.
  
• Duerme lo suficientemente bien. Si te cuesta dormir, intenta meditar o darte un baño caliente antes de ir a la cama.
  
• No recurras a formas no saludables de hacer frente a tus problemas, como beber demasiado alcohol o consumir drogas.