Comer bien y mantener un peso corporal saludable juega un papel importante en la reducción del riesgo de cáncer de riñón, estómago, mama y colon, todos ellos relacionados con la obesidad.
¿Cómo debo comer para reducir mi riesgo de cáncer?
Hasta ahora, la ciencia ha demostrado que siguiendo unos sencillos pasos para mejorar tu dieta realmente se puede marcar la diferencia:
El cáncer de estómago es el quinto cáncer más habitual del mundo. Los científicos cada vez tienen más claro el vínculo entre el consumo de sal y el diagnóstico de este cáncer. La investigación demuestra que las personas que consumen un mayor número de alimentos conservados con sal tienen más posibilidades de que se les diagnostique este cáncer, el cual tiene pocos síntomas y cuyas pruebas de detección no son eficaces.
Estas son formas generales de mejorar tu dieta de modo que te brindes a ti mismo la mejor oportunidad de evitar un diagnóstico de cáncer. Pero, ¿qué hay de lo particular?
¿Has oído hablar de los superalimentos? Alimentos específicos en ocasiones alabados como una forma de prevenir el cáncer. El brócoli, los arándanos azules y el pescado suelen incluirse en estas listas. Aunque incluir estos alimentos hace que la dieta sea saludable y equilibrada, y muchos otros pueden reducir el riesgo de cáncer, es improbable que un alimento específico por sí solo tenga algún impacto.
Hay una serie de otros alimentos específicos de los que en ocasiones se dice que reducen el riesgo de cáncer. Éstas incluyen:
Los estudios de estos y muchos otros alimentos específicos no han demostrado la existencia de una relación particular con el diagnóstico de cáncer ni un aumento del mismo.
Tipos de alimentos específicos de forma similar:
En ocasiones se dice que ‘causan cáncer’. No hay ninguna investigación científica que respalde esto, todas indican que no existe relación alguna.
El único tipo de alimento que se ha demostrado que aumenta el riesgo de cáncer son las carnes procesadas como el jamón, el bacon, el salami y las salchichas, vinculados a los incrementos del cáncer de colon. La carne blanca fresca como el pollo y el pescado no se han asociado con el cáncer.
Los humanos somos complejos y la mayoría de nosotros consumimos tal variedad de alimentos y líquidos que crean interacciones que hacen que el impacto de un alimento específico resulte difícil de estudiar. No nos equivocamos al decir que no hay alimentos específicos que puedan prevenir el cáncer. Comer una dieta equilibrada y mantener un peso corporal saludable reduce el riesgo. Así pues, resulta que somos lo que comemos, en más de un sentido.
Desafortunadamente, la mayoría de los diagnósticos de cáncer están relacionados con causas que escapan a nuestro control o que no se comprenden del todo. En el lamentable caso de un diagnóstico de cáncer, tendrás acceso a una de las más completas prestaciones de oncología del mercado. Además de cubrir los costes de la mayoría de los tratamientos, ofrecemos un servicio de gestión oncológica personal, disponible las 24 horas, para apoyarte desde el diagnóstico y durante todo el tratamiento.
