Sin darnos cuenta, adoptamos gran número de comportamientos y acciones automáticos todos los días. Estos comportamientos se llaman hábitos. Puesto que los hábitos requieren práctica y repetición para formarse, lo mismo ocurre cuando se trata de ponerles fin.
Existe un refrán, genio y figura hasta la sepultura, en el que hay algo de cierto. Aunque haya estudios que indican que se tarda 21 días en poner fin a un hábito, a menudo puede tardarse meses e incluso años. Poner fin a malos hábitos puede resultar difícil, especialmente si hemos estado adoptándolos durante mucho tiempo. Sin embargo y afortunadamente, es posible poner fin a un mal hábito, con trabajo duro, dedicación y un plan de acción.
Prueba nuestros seis consejos sencillos para ayudarte a poner fin a ese mal hábito para siempre.