Actualmente, las mujeres están más ocupadas que nunca, entre lidiar con exigentes horarios de trabajo al mismo tiempo que sacan adelante a sus familias, intentar tener listas las tareas domésticas e incluso ocuparse de sus propios padres mayores. Parecen hacerlo todo. Las mujeres han adoptado diversos roles para adaptarse a los cambios de la sociedad. Para muchas, la multitarea se ha convertido en un estilo de vida, con apenas un momento para cuidar de sí mismas o reflexionar. Pero todo este malabarismo tiene un precio: mental y físico, y a menudo hace que estas mujeres sientan agobio y estrés.
Pese a que muchas mujeres consideran la multitarea parte de sus vidas, con el tiempo, el estrés que trae consigo puede afectar de forma devastadora al bienestar mental y físico de una mujer. Las estadísticas muestran que el estrés y el síndrome del trabajador quemado afecta a más mujeres que hombres y, especialmente, a más madres trabajadoras que a padres trabajadores. Una sensación de "fatiga por sobrecarga" entre las mujeres que se encargan de numerosas tareas a la vez puede provocar niveles de estrés más altos y hacer que estén menos satisfechas con sus vidas.
Además, si las mujeres se ven desbordadas en casa, significa que muchas sienten que no pueden, física o mentalmente, dedicar las horas extras que se exigen en muchos lugares de trabajo, de modo que la brecha salarial de género sigue ampliándose. Las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores a tiempo parcial y, a su vez, tienen menos probabilidades de conseguir un aumento de sueldo o promociones tras tener hijos, lo que aumenta la dificultad de ocupar puestos de importancia.
Con el Día Internacional de la Mujer a la vuelta de la esquina, es un buen momento para que las mujeres reconozcan la importancia de abordar el estrés en sus vidas y gestionarlo de formas saludables.
Estos son nuestros mejores consejos para ayudarte a tomar las riendas de tu vida y tu bienestar.