Una de las mejores formas para sacarte los pensamientos que te provocan ansiedad de la cabeza y plasmarlos sobre el papel es simplemente escribir. Todos los pensamientos deben plasmarse sobre el papel lo más rápido posible para evitar que se pierdan.
Las reglas de la escritura libre son bastante sencillas: fíjate un límite de tiempo (entre 10 y 30 minutos) y empieza a escribir. Incluso si no se te viene nada a la cabeza, escribe “No sé qué escribir. No sé qué escribir. No sé qué escribir” hasta que algo mejor se nos venga a la cabeza. No te presiones demasiado: las ideas aparecen cuando se está relajado. Escribe rápido y no te preocupes por la gramática y las reglas de puntuación. Cuando te equivoques, no hagas correcciones, sigue escribiendo. Usa la primera palabra que se te venga a la cabeza en lugar de intentar encontrar la palabra perfecta. Sigue escribiendo hasta que el tiempo se acabe y deja de escribir. Este ejercicio te permite organizar tus pensamientos fugaces y puede proporcionar una sensación de alivio. Te aportará claridad y liberará tu energía de modo que puedas aliviar el estrés y la ansiedad, y experimentar realmente el presente.