A veces la deshidratación se da por razones simples: No bebe suficiente agua porque está enfermo u ocupado, o porque no tiene acceso a agua potable cuando está de viaje o de excursión.
Cada persona tiene necesidades diferentes en cuanto al agua, y algunas personas correrán más riesgo de deshidratarse que otras, especialmente aquellas que:
La deshidratación leve normalmente puede revertirse bebiendo más fluidos, pero la deshidratación severa requiere tratamiento médico inmediato.
La sed no siempre es un indicador fiable de la necesidad de agua en el cuerpo. De hecho muchas personas, especialmente los ancianos, no sienten sed hasta que ya se han deshidratado.
Es muy importante reconocer las señales de deshidratación:
Hay muchas ventajas en beber suficiente agua. Para asegurarse de que toma suficiente agua para alcanzar la cantidad diaria necesaria para mantenerse hidratado, intente algunas de las siguientes prácticas:
Si está en riesgo de deshidratación, no espere hasta notar los síntomas para ponerle remedio. Prevenga la deshidratación activamente bebiendo mucha agua.
Si le preocupa no beber suficiente agua, hable con el médico o un dietista, quienes le ayudarán a determinar la cantidad de agua adecuada para usted.