Dificultades relacionadas con la crianza de los hijos y la salud mental



Marzo 1, 2025 | Lectura en 3 minutos
 

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Los padres tienen más presión que nunca, desde preocupaciones financieras e inquietudes relacionadas con el bullying online y las redes sociales, hasta la búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Hay más padres con estrés, ansiedad, un bajo estado de ánimo y depresión. De hecho, estudios recientes han revelado que uno de cada cuatro niños crece con un padre que sufre una enfermedad mental. 

Si eres padre y tienes dificultades relacionadas con la salud mental, has de saber que no estás solo. Con el apoyo y los recursos adecuados, podrás cuidar a tus hijos sin descuidar, al mismo tiempo, tu salud mental. 

A continuación puedes ver 8 estrategias de gestión que pueden ayudarte si estás criando a tus hijos y, a la vez, tienes dificultades relacionadas con la salud mental:

La crianza de los hijos es un trabajo exigente a nivel físico, emocional y mental. Si estás criando a tus hijos y sufres una enfermedad de salud mental, necesitas una buena red de apoyo. Busca a alguien con quien te sientas cómodo y que pueda brindarte apoyo emocional y práctico. Podría ser un amigo o familiar, o alguien en quien confiéis tus hijos y tú. Está bien pedir ayuda como padre, no es nada de lo que haya que avergonzarse. Cuando te sientas abrumado y necesites apoyo, cuenta con su ayuda. Esta persona podría ayudar cocinando algo, llevar a tu hijo a sus actividades extraescolares o cuidarle, de modo que puedas tener un poco de tiempo para ti.  
Es fácil descuidar tu atención hacia ti mismo cuando tienes hijos. A menudo, sin embargo, el cuidado de los hijos tiene como base el autocuidado. Ya sea meditar cinco minutos, dedicar un rato a hacer ejercicio, pasar tiempo en la naturaleza, buscar un pasatiempo o preparar una comida nutritiva, es importante que incorpores el autocuidado en tu rutina diaria. 
El sueño afecta a todo lo relacionado con tu bienestar, especialmente la salud mental. Intenta dormir como mínimo 7 horas ininterrumpidamente cada noche para sentirte renovado y listo para afrontar el nuevo día.  
Algunas rutinas diarias son necesarias, incluso en tus días más difíciles. Tener horarios regulares tanto para las comidas como para ir a la cama te ayudará a sentirte con los pies en la tierra y le dará a tus hijos una sensación de estabilidad, haciendo que se sientan más seguros. Solo el hecho de ser constante con las pequeñas cosas, como leerles un cuento o arroparles por la noche, puede marcar la diferencia.  
La crianza de los hijos es difícil para todos los padres. Lo más probable es que los padres que conoces también tengan unos niveles de estrés elevados en relación con la crianza de los hijos. Ponte en contacto con otro padre que comprenda tu experiencia y en quien puedas confiar para obtener apoyo y consejos, o escucharte. Tener a otro padre con quien hablar cuando te sientas abrumado o bajo de ánimo puede ser muy beneficioso.  
Practica la autocompasión. Ningún padre es perfecto todo el tiempo, por eso no debes culparte por sentirte del modo en que lo haces o cometer errores. 
Es posible que seas reacio a hablar con tus hijos sobre tus dificultades relacionadas con la salud mental porque te preocupa que ello les cause malestar o que no lo entiendan. Tener una conversación sobre las emociones y la salud mental de los padres con tus hijos adaptada a su edad es beneficioso tanto para ellos como para ti. Mostrarte honesto sobre tus sentimientos, siempre teniendo en cuenta su edad, puede ayudar a tu hijo a entender por lo que estás pasando, en qué momentos no estás bien, y también que no es culpa tuya. Puede resultar abrumador hablar de estos problemas, por lo que es posible que desees solicitar orientación a tu médico o consejero sobre cómo empezar.
Una de las cosas más importantes que puede hacer un padre con una enfermedad de salud mental es buscar ayuda y apoyo profesionales (de un médico, un psicólogo, un psiquiatra, un consejero o un servicio de salud mental local). Esto puede conllevar la inclusión de terapia, medicación o grupos de apoyo para padres que brindan un sentido de comunidad y experiencia compartida. Es importante reconocer que  no hay que avergonzarse por solicitar ayuda profesional. Después de todo, hace falta un pueblo entero para educar a un niño.

Si tienes dificultades relacionadas con la salud mental, considera la posibilidad de ponerte en contacto con el programa de asistencia al expatriado: apoyo y asesoramiento confidenciales, incluido en la mayoría de nuestros planes médicos. El Programa de asistencia al expatriado está disponible mediante chat online, en persona, por teléfono, en vídeo o por correo electrónico. 

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